domingo, 17 de octubre de 2010

El Che regresa a El Pedrero

El Guerrillero Heroico compartió ese día con los campesinos
   Aún estaba fresca la huella de la metralla batistiana sobre El Pedrero, en el municipio de Fomento, cuando el Comandante Ernesto Guevara tuvo que retornar a ese paraje porque los campesinos reclamaban su presencia ante intentos latifundistas de despojarlos de las tierras repartidas por el Che.

   El héroe de la Batalla de Santa Clara hizo acto de presencia  el 8 de febrero de 1959, apenas cinco semanas después del triunfo revolucionario.
   Como algo inolvidable recuerdan aquella tarde Aguedo José González (Joseíto), cooperativista de la CCS El Vaquerito, y Eusebio Sánchez Varona, uno de los arrieros de la Columna No. 8 Ciro Redondo en la zona.
   "Todos queríamos estar cerca del Che -expresa Joseíto- para compartir con él la alegría de verlo otra vez. Su imagen nos era familiar puesto que lo vimos muchas veces en el campamento de Manaca Ranzola."
   Sánchez Varona evoca cómo vino mucha gente de distintos sitios montañosos del Escambray al encuentro.
   Aquel fue el primer discurso del legendario Comandante en una concentración popular luego de la victoria del Primero de Enero de 1959. Usaron de la palabra otros oradores, incluido el Capitán Calixto Morales, gobernador entonces de la provincia de Las Villas.
   Antes, la décima guajira retumbó en el lomerío en el canto del Indio Naborí:
             Che Guevara, bravo Che
             de nuestro campesinado
             tu corazón ha mezclado
             el mate con el café.
             Fierro y el Cucalambé
             se juntan en mi canción
             supuesto que en la emoción
             profunda de nuestro abrazo
             Cuba se ha vuelto un pedazo
             de Pampa en tu corazón...
   Entre ovaciones y aplausos se oyó la familiar voz de acento argentino:
   (...) Hoy vuelvo a sentirme como entre ustedes, entre los sombreros de yarey. Yo soy ya bastante guajiro, les voy a decir, cuando voy a la ciudad no me encuentro realmente, el aire acondicionado no se ha hecho para mí, y prefiero siempre estar en contacto directo con el pueblo, incluso cuando se dice de algunos de los que hemos dirigido esta Revolución de fulano, zutano, se expresan una serie de elogios desmedidos, me pongo a pensar sinceramente, en la masa de campesinos, que sí hicieron la Revolución. Todos ustedes, señores, son los verdaderos triunfadores de la Revolución.
   "Nos pusimos muy contentos -manifiesta Joseíto- cuando él explicó que las tierras eran de los campesinos y que nos las quitarían."
   (...) Hemos venido hoy a hablar con ustedes, para darle la absoluta seguridad, en nombre del Gobierno y del Ejército Rebelde de que la Reforma Agraria seguirá adelante contra cualquier clase de peligro, contra cualquier clase de valla que se pretenda levantar a su paso.
   "El -asevera Sánchez Varona- confiaba mucho en nosotros, en los pobres del campo, nos respetaba y nos quería."
   (...) No habrá un solo Comandante de nuestras fuerzas, no habrá un solo soldado de este Ejército que tirará contra los campesinos, nuestros amigos de siempre.
    "Nadie aquel día -prosigue Sánchez- quedó con dudas sobre la situación de la tierra. El Che lo dijo bien claro para que no hubiera confundidos".
   Había algunos compañeros, que pedían el título de propiedad, para las tierras, de algunos connotados servidores del régimen. Eso señores, es un pedido que está de más hacerlo, eso pertenece ya a cada campesino, se le dará en el momento oportuno ese papel, pero ya no puede haber poder que los separe de su tierra, sépanlo bien los campesinos que revolucionariamente ocuparon esas tierras, que no hay poder legal, ni debe haber poder extralegal capaz de desalojarlos, y que si alguien pretende desalojarlos, tienen hasta el derecho último de agarrar un arma e impedir que los desalojen.
   "Nos mantuvimos fuertes -acota Joseíto- porque nos organizamos como él quería."
   Debemos señores, ir rápidamente a la constitución de Asociaciones Campesinas, que sean primero por barrios, como hicimos alguna vez en Gavilanes, y que después se vayan aumentando en federaciones regionales hasta constituir una gran federación nacional campesina, que sea la encargada de distribuir toda la tierra, pero que sea controlada directamente por el pueblo.
   Joseíto y Sánchez recuerdan que el Comandante Guevara tenía el compromiso de compartir con los obreros del hoy CAI azucarero Ramón Ponciano, ocasión que fue propicia en la concentración de El Pedrero.
   Quiero acabar señores, dándoles un consejo fraterno a los trabajadores del central "Santa Isabel" que estén aquí, yo tenía que hablar con ellos, había quedado comprometido a hablar, pero cuando llegué, ya me dijeron que habían venido hacia aquí, hasta este mitin. Quería decirles a los trabajadores que me enteré al hablar, al ir a hablar que había dos sindicatos, quería pedirles fraternalmente que meditaran sobre el peligro de dividir, dividir en las entrañas mismas de un central a la clase obrera, en obrero de este tipo, y obreros de aquel otro tipo; porque la gran palabra de orden para toda la nación es la unión, debe ir aplicándose también a todas las fases de la vida cubana. Así como debemos estar todos unidos frente al peligro común que nos amenaza (...) Eso es todo compañeros. Muchas gracias.
   El corto discurso  del Guerrillero Heroico fue suficiente para que a nadie más se le ocurriera quitarle la tierra al campesinado en el Escambray. Tampoco hubo más divisiones entre los azucareros fomentenses, quienes constituyeron un solo sindicato como prueba de unidad del Movimiento Obrero





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